Estoy empachado. Vengo de una cena de "trabajo" y estoy empachado. Son las tantas de la noche pero guárdome de meterme en la cama que la niña de "El Exorcista" potó pocas veces para lo que sería yo... Pero genial porque así aprovecho y escribo el blog de este mes (aunque, si verme en youtube me ven pocos, leerme no me debe de leer ni Perri).
Estoy empachado de comida pero también de lágrimas (pero nada serio). De lágrimas, de despedidas, de experiencias y de esperanzas cojas. ¡Caray con las esperanzas cojas, no?!
Peeeeero hay que seguir luchando, aunque... fíjate que yo no soy así (estoy delirando, aviso!) Por ejemplo, en "Sream" ¿sabéis cuál, no? pues yo cuando la pobre Sydney corría y corría, se escondía y era encontrada nuevamente en una casa sin salidas, perseguida por alguien con una fijación clara por matarla... bueno, pues yo pensaba: ¡qué cansancio! ¡qué pereza! qué pereza seguir corriendo y huyendo de algo que parece inevitable (aunque la tía al final se salve, pero el mal rato que pasa, ¿qué?) Que yo pienso ¿de verdad te merece la pena? pero si en la siguiente entrega te va a pasar lo mismo, déjate matar ya, tontona! y descansamos todos...
¿por qué digo esto? pues por los millones de obstáculos a sortear en las múltiples facetas que me empeño en desempeñar (jajaja ahora parezco Diego Mattarucco)...
¡quejica, hombre, ya!!
Tengo sueño, no me hagáis caso, que yo en cuanto trasnocho no rijo bien.
Resumen: mi vida interesantísima, llena de millones de posibilidades al no tener nada concreto.
Proyectos artísticos: el directo (que cuesta a veces una barbaridad) y la novela (ahí vamos, a pasito de tortuga)
A parte de los proyectos que puedo compartir como cualquier otro ser humano. ¡Que esto de ser humano no me digas que no es entretenido!
El mes que viene seré todo elocuencia: ¡prometido!
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